El licenciado Danilo Medina es mucho más inteligente y mucho más culto de lo que aparenta. Después de haber sido proclamado como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para las elecciones del 2012, ha participado en importantes programas radiales y televisivos, donde se la ha lucido.
Danilo ha demostrado que tiene muchas ideas en su cabeza y las expone con claridad y coherencia. Como dijo La Rochefoucauld: “No basta con tener grandes cualidades, es preciso saber emplearlas bien.”
Danilo Medina ha demostrado tener un conocimiento a fondo de la situación que vive el país, y sus ideas están bien claras y precisas sobre lo que es necesario hacer en Educación, Salud, Justicia, Turismo, Seguridad, Medio Ambiente, Agricultura y Deporte, entre otras áreas, para darle continuidad a la obra de gobierno de su partido iniciada en el 2004 con resultados positivos.
Todo parece indicar, que Danilo Medina leyó mucho, reflexionó y se cultivó en el conocimiento después de su derrota en las elecciones del 2000. Pat Mesiti en su obra: Actitudes y Altitudes (2010, p.188) subraya que “nuestras habilidades para ser buenos líderes son transitorias, porque necesitan que se les refine y se les mejore constantemente.” Danilo Medina ha estado inmerso en ese proceso de mejoría y refinamiento de sus ideas y pensamientos sobre el futuro que aspira a construir.
En ese sentido, fue un atino el perfil esbozado por el dirigente de la Fuerza Nacional Progresista, licenciado Pelegrin Castillo, quien en el discurso donde declinó su candidatura presidencial para apoyar al candidato del PLD, definió a Danilo Medina como sereno, reflexivo, equilibrado, lúcido y capaz.
Danilo Medina ha demostrado también, en varias participaciones en medios de comunicación y en conversatorios con el empresariado y otros sectores de la vida nacional, que es portador de un pensamiento sistémico, no en las proporciones del pensamiento de Leonel Fernández, pero si tiene bien claro los procesos que definen el curso de la humanidad.
En la contienda electoral del 2012, Danilo ha ido mejorando considerablemente su inteligencia y fortaleciendo su carácter. Como señala Baltasar Gracián en su obra: El arte de la prudencia (1996, p.1) carácter e inteligencia son dos cualidades que hacen que brillen todas las demás. “No basta ser inteligente: hace falta también tener carácter.”
Danilo tiene mucho carácter, a simple vista uno percibe el respeto que le dispensan todos sus compañeros y compañeras, así como las personalidades más trascendentes de la vida nacional.
Donde Danilo Medina se explaya con mayor facilidad, es cuando describe las causas de la pobreza, y expone las medidas que pondrá en marcha a partir del 16 de agosto del 2012, para reducirla y superar un déficit social acumulado que tiene el sistema democrático.
Siendo Danilo buen exponente, inteligente y culto, cometió el error en el pasado, de que se envolvió por completo en las labores intrapartidos, y su participación en foros académicos y escenarios de discusión de ideas y pensamientos, fue casi nulo durante décadas.
La inteligencia intrapersonal, como señala Francesc Torralba en su obra: Inteligencia espiritual –Vivimos en un desierto espiritual-, (p.38) “nos faculta para formarnos una imagen veraz y precisa de nosotros mismos, para distinguir lo que somos de lo que representamos en el plano de las relaciones sociales. También nos permite comprender las necesidades más hondas y los deseos fundamentales que emergen de nuestro ser.” Esta modalidad de inteligencia, enfatiza Torralba, “nos permite el conocimiento de los aspectos internos de nuestra propia identidad. Nos faculta para acceder a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos.”
Ahora se percibe un Danilo Medina más empático, que logra la atención de las personas con mayor facilidad que en el pasado, pero también, que transmite sus mensajes con una resonancia magnética más efectiva y palpable.
Ahora Danilo Medina, al experimentar mejoría en su inteligencia interpersonal, en cualquier evento que participa, con mucha facilidad toma cautiva a las personas, toma el control de las personas, y siembra los mensajes con una facilidad espantosa.
El producto político Danilo Medina candidato, ha experimentado una metamorfosis, un cambio significativo en los últimos seis meses. En la medida en que ha mejorado su autoestima, se ha hecho más competente, más confiado en sí mismo y más confiable para los demás. Se percibe que el yo interior y el yo exterior de Danilo Medina, están funcionando en armonía.
Las personas perciben una sincronización entre la inteligencia intrapersonal y la inteligencia extrapersonal de Danilo Medina. Por tanto, se ha hecho socialmente más empático, y ha superado la debilidad de inteligencia emocional que tenía su persona.
Danilo Medina luce sincero en su mensaje. Expresa sólo lo que cree y lo que siente. Por eso, se ha hecho más creíble.
Cuando los candidatos superan sus debilidades en el proceso de una campaña electoral, sin debilitar sus fortalezas, entonces les resulta fácil mantener a sus simpatizantes y seguidores, motivados e inspirados.
Cuando los candidatos logran esa transformación positiva en su ser, ven crecer sus simpatías en el trayecto de la campaña, y se convierten en los principales beneficiarios de los votantes indecisos. Ese es el panorama que se vislumbra de cara a las elecciones del 20 de mayo del 2012.
Danilo Medina con la transformación positiva que ha logrado, recibirá el voto de las mayorías de los electores que en este momento están indecisos.
El porcentaje de electores que constituye los votos duros de Danilo Medina, están satisfechos con el desempeño de su candidato, y por tanto, serán activos y dinámicos en el curso de lo que resta de la campaña electoral.
El hecho de que cada día Danilo luzca más competente, y esté respondiendo adecuadamente a las expectativas de la población, acercando cada día su perfil al perfil del candidato ideal, hará que sus votos blandos pronto se conviertan en votos duros.
En vista de Danilo es el candidato con el pensamiento integral -social, político y económico-, mejor organizado, portador de las ideas más claras, precisas y objetivas sobre el futuro que se debe construir, en la medida en que se acerque el día de las elecciones comenzará a nutrirse de los votos blandos de otros partidos y candidatos, sobre todo, de los votos blandos de Hipólito Mejía. De aquí en adelante, se acelerará la corriente de renuncias de perredeistas que pasarán a brindarle su apoyo al binomio del PLD.
El candidato Danilo Medina ha ido durante la campaña electoral, construyendo su pensamiento, y lo está comunicando bien. Tal y como señala Rupert L. Swan en su obra: El método Obama –Las 100 claves comunicativas del hombre que ha revolucionado el mundo- (2009, p.145) “lo que pensamos define nuestra forma de ser y de ver la vida, y si aprendemos a controlar de forma positiva nuestros pensamientos podremos posiblemente controlar la forma positiva de nuestras emociones.”
Danilo es una persona que quienes lo han tratado de cerca construyen estrechos vínculos afectivos con él. Cuando fue proclamado como candidato presidencial para las elecciones del 2012, el doctor Reinaldo Pared Pérez no vaciló en tipificarlo como el más solidario de los líderes políticos que tiene la Nación.
Sin embargo, en el momento de su proclamación, su persona no irradiaba unas energías magnéticas que son vitales para que las personas se vuelquen hacia un candidato, como es común que suceda con los líderes carismáticos y afectivos. En la medida en que ha ido desarrollando y canalizando adecuadamente las inteligencias intrapersonal y extrapersonal, ha superado esa barrera y se ha hecho socialmente más empático.
Danilo Medina está explorando muy bien su inteligencia intrapersonal. En este estadio de cambios acelerados y desafíos, los líderes políticos deben ser depositarios de la serenidad y sabidurías requeridas para evaluar los problemas y tomar las medidas correctas.
Danilo está dejando que las energías que tiene en su interior afloren, sin ponerle ningún tipo de trabas, y por eso está llegando con mucha facilidad al corazón y al cerebro de las personas. Está comunicando sus energías con facilidad, y esto lo convierte en persuasivo. Rompió la barrera que existía entre su inteligencia racional y su inteligencia emocional, y ha logrado de forma magistral que ambas se mezclen y se auxilien.
Frances Torralba enfatiza que “la inteligencia intrapersonal nos capacita para formarnos un modelo verídico de nosotros mismos, escuchar las emociones y saberlas usar para desenvolvernos en la vida… Así como la inteligencia interpersonal permite comprender y trabajar con los demás; la intrapersonal permite comprenderse y trabajar consigo mismo. El cultivo de la misma es la clave para dilucidar qué profesión ejercer y la función social a desarrollar. ”
En el pasado, fueron pocas las veces que la población había visto imágenes noticiosas de Danilo Medina dictando una conferencia en una universidad o en otro escenario de florecimiento y promoción del conocimiento. Sin embargo, durante la campaña electoral del 2012, Danilo ha disertado frente a diversos sectores de la vida empresarial, social y académica, y lo ha hecho bien.
La evaluación que ha recibido Danilo como disertante, es positiva, y esto ha hecho que venza el miedo, el temor. Ahora Danilo sabe, está consciente y seguro de que es culto, y se ha convertido en un candidato que ejerce el magisterio de la enseñanza, educación y orientación de su pueblo. En esa materia, se está convirtiendo en un buen discípulo de Leonel Fernández Reyna.
Todavía aún, son pocas las veces que la población ha visto imágenes noticiosas de Danilo Medina sentado en primera fila en un salón donde se pone en circulación un libro. Deberá hacer esto con más frecuencia, para ampliar la brecha que lo separa del candidato del PRD, Hipólito Mejía, en torno al conocimiento como zapata de su liderazgo.
Son pocas las veces que la población ha visto imágenes de Danilo Medina participando en un cónclave o foro internacional de esos que organiza y lleva a cabo la sociedad civil y la Fundación Global Democracia y Desarrollo. Es bueno que comience a participar en estos eventos. Es necesario que comience a sembrar imágenes en las mentes de las personas de que valora y cree en el conocimiento.
Pienso que Danilo Medina sin pretender colocarse a la altura de Leonel, debe ir aprendiendo del gobernante, y hacer acto de presencia en algunos cónclaves y escenarios del conocimiento.
Son pocas las veces que se ha visto a Danilo Medina sentado en una iglesia, lo ha hecho, pero debe hacerlo con más frecuencia. En sus discursos está comenzando a sacar a flote los sentimientos de su inteligencia espiritual. Debe seguir cultivando ese ejercicio.
Danilo Medina debió darse cuenta del error que había cometido y de todo cuanto se había perdido, cuando el martes 27 de septiembre del 2011, participó en la ceremonia puesta en circulación de la segunda edición del libro El delito de opinión pública de la autoría de Leonel Fernández, acto que se llevó a cabo en la Sala de Cultura del Club Mauricio Báez.
Cuando el maestro de ceremonia Omar Minaya saludó la presencia en el acto del candidato presidencial del PLD, Danilo Medina, el público aplaudió de manera prolongada y deferente, hasta el punto que Danilo debió ponerse de pies y brindarle un gesto de agradecimiento a los presentes.
El reconocimiento que un público de esa diversidad y calidad social hace a un político no se puede comparar en lo más mínimo, con los reconocimientos y aplausos que estos reciben en actividades proselitistas. Este reconocimiento tiene mayor dimensión y significado, este reconocimiento alimenta más el estado de ánimo y fortalece el espíritu de los liderazgos.
Pienso que la ovación que recibió Danilo Medina en la puesta en circulación del libro de Leonel, fortalece nuestra tesis de que Leonel y Danilo se complementan, y por tanto, deben siempre caminar juntos. El salón estaba abarrotado de un público leonelista, pero no de cualquier público, y sin embargo, Danilo fue aplaudido con gallardía, lo que significa que el cambio en su estrategia de reconocer a Leonel Fernández como el principal líder tanto del PLD como del país, le comenzó a dar buenos resultados.
Los liderazgos de la dimensión de Leonel Fernández no se heredan enfrentándolo. Esos liderazgos se heredan y se cosechan siguiendo sus pasos, asimilando sus enseñanzas, ganándose sus afectos y agrados, colocándose bajo su sombrilla.
Danilo Medina tiene también la suerte de que en el 2012 le ha tocado enfrentarse a Hipólito Mejía, de quien perdió en el 2000, pero ahora el candidato del PRD carece del brillo, de la iluminación, del aura, de la confianza y la credibilidad que transmitía en aquel entonces.
En la campaña electoral del 2012, ha sido para Danilo Medina un proceso de experiencias y buenos aprendizajes. El liderazgo de Danilo Medina, en poco tiempo, ha sido objeto de un rediseño, de una reingeniería positiva.
La transformación positiva que ha tenido el liderazgo y la persona de Danilo Medina, entre junio del 2011, cuando fue escogido candidato presidencial por el PLD, y febrero del 2012, es una señal clara de su inteligencia y su capacidad de aprendizaje.
Danilo es una persona que con humildad acata las sugerencias y muestra interés en someterse a los cambios que fuesen necesarios. No todos los líderes pueden con éxito someterse a estos procesos. Esa disposición a cambiar, inclusive a realizar los ajustes en su propia persona, es un buen comienzo, y le ayudará a ganar las elecciones. Danilo se ha convertido en el candidato con los atributos que demanda la sociedad.
En Hipólito Mejía, por el contrario, no se ha percibido una disposición al cambio y al aprendizaje. Hay personas que después que pasan de los 50 años de edad, nadie, definitivamente nadie logra cambiarle sus hábitos. Cada día que transcurre, Hipólito aparenta ser un candidato para tiempos superados. Mientras que Danilo se transforma en el candidato con los atributos y las competencias que demanda el futuro. Esa percepción se consuma en los líderes de opinión y en las personas que tienen el don de la inteligencia racional. No me cabe la menor duda de que Danilo seguirá brillando y creciendo.
Hipólito Mejía sigue siendo el mismo, e inclusive, ahora carece de las destrezas y habilidades que exhibió en la campaña electoral del 2000, cuando escogió con cautela a sus adversarios. Ahora le ha marchado al gobierno, a Leonel, al presidente de su partido -Miguel Vargas Maldonado-, a la Junta Central Electoral, al PLD y sus candidatos Danilo y Margarita, a todos al mismo tiempo.
La persona de Danilo Medina Sánchez ha recibido una invasión de energías positivas que les han transformado en un líder optimista y visionario. Cuando sucede esto, a los candidatos todo les sale bien.
Inclusive, para que la situación de Danilo y sus posibilidades de triunfo luzcan más despejadas, no sólo tomó la sabia decisión de escoger como candidata vicepresidencial a la Primera Dama, doña Margarita Cedeño de Fernández, sino que ahora, para que se consume la percepción de que este es su momento, está recibiendo el respaldo total y sin reservas del presidente de la República, presidente del PLD y principal líder del pueblo dominicano, el doctor Leonel Fernández Reyna.
Con este comportamiento, el presidente Leonel Fernández está demostrando que es el menos egoísta de todos los liderazgos trascendentes que ha tenido la República Dominicana, a lo largo de su historia. De ahí que, con su respaldo al candidato de su partido, Leonel Fernández se crece de cara al porvenir.
El escenario que está pintado desde aquí hasta el 20 de mayo del 2012, es el siguiente: “A Danilo todo le seguirá saliendo bien, mientras que a Hipólito todo le seguirá saliendo mal.” He dicho.
Autor: Belarminio Ramírez Morillo
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