Loyda Peña (l.pena@hoy.com.do)
En 1986, el ex Presidente Joaquín Balaguer regresó al poder en unos
comicios sobre los que todavía se discute.
Luego de ocho años fuera del poder que ostentó durante tres períodos
consecutivos y cuando nadie lo esperaba,
el doctor Joaquín Balaguer, ciego y con casi 80 años de edad, surgió
como el ave Fénix en 1986 y se abrazó
nuevamente a la presidencia de la República para su cuarto mandato
gubernamental, en unas elecciones que 25 años después todavía muchos
dominicanos no saben a ciencia cierta quién las ganó.
El autoritarismo, la represión política, la austeridad y otros elementos
que caracterizaron “los 12 anos”, fueron la punta del “iceberg” para Balaguer
cuando en 1978 intentó buscar una nueva reelección en unos comicios que
ganó Antonio Guzman Fernández, del
Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y
también en las del 1982, donde
fue electo presidente Salvador Jorge Blanco, de la misma organización política.
Para las elecciones de 1986, el
Gobierno de Jorge Blanco, quien en 1982
encontró el país en una crítica situación económica, finalizando su período entró en decadencia tras
firmar con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) e implementar una política de austeridad que generó más
descontento en la población, ya
frustrada por el incumplimiento de las promesas de mejoría que le habían
hecho los dos gobiernos del PRD.
Esa inconformidad llegó a su “clímax” en abril del 1984, y se puso de
manifiesto con una “poblada” donde hubo decenas de muertos, aun sin
cuantificar.
Con ese fardo a cuestas, más las denuncias de corrupción gubernamental; su
enfrentamiento Gobierno-Congreso, donde era mayoría, y envuelto en la peor crisis interna, llegó el PRD a los
comicios del 16 de mayo del 1986.
El “Concordazo”. Fue el comienzo de la premonición de José Francisco Peña Gómez cuando pronunció
aquella famosa frase de que “Sólo el PRD
vence al PRD”.
La Convención del 24 de noviembre de 1985
para elegir la candidatura presidencial que se disputaban Majluta y Peña Gómez,
quienes a lo interno del PRD
formaron los grupos de apoyo “La Estructura” y el “Bloque Institucional”, adicional a la tendencia “Jorgeblanquista” que objetaba a Majluta en retaliación por la
oposición que desde la presidencia del Senado le hizo al Gobierno, terminó como
“la fiesta de los monos”.
En medio del conteo de los votos, un centro
instalado por el PRD en el Hotel Dominican Concorde de esta Capital, se
armó una trifulca que obligó a suspender el
cómputo y en la que resultó una persona muerta y varias heridas. A
ese incidente se le llamó “El Concordazo”.
Fue después de un mes que Jorge Blanco, Pena Gómez y Majluta firmaron el
“Pacto la Unión”, en el que se reconoció la victoria de Majluta, a Peña Gómez se le ofreció la
candidatura vicepresidencial y la
rechazó para asumir la dirección del PRD, con Hatuey Decamps como secretario
general.
Campaña feroz y denigrante. Completadas las candidaturas de los tres partidos mayoritarios, por el
PRD, Majluta- Nicolás Vargas; PRSC, Balaguer-Carlos Morales Troncoso, y PLD,
Bosch-José Joaquín Bido Medina, se
inicio una de las campanas electorales más agresivas, denigrantes y represivas de los últimos 30 anos.
“!Cuiden la cartera que Jacobo se la
lleva!”; “!Juan Bosch ni mató ni robó porque el tiempo no le dio!”; y “!
Balaguer ta ciego y Juan Bó ta loco” ,
eran parte de las consignas que se vociferaban durante la campana.
Todo eso mantenía caldeado el
ambiente electoral, por lo que fue
necesario ordenar el retiro de alguna
publicidad televisiva; hubo amenazas de
muerte contra periodistas y productores de televisión, y se suspendieron los programas “Cuarto
Poder”, de Miguel A. Hernández, y “Hablemos Claro”, del diputado perredeista
Miguel Ángel Velázquez Mainardi.
Desarme de militancia. Los constantes enfrentamientos entre manifestantes, principalmente perredeístas y
reformistas, en marchas, caravanas y bandereos, hicieron que la Junta Central
Electoral (JCE), presidida por Caonabo Fernández Naranjo, dipusiera el desarme de la militancia de ambos
partidos. Balaguer protestó la medida diciendo que sólo se estaba desarmando a
los reformistas, con lo cual advirtió, el Gobierno estaba creando “una situación explosiva” que podría
llevar al país a la frustración del proceso democrático. El 3 de mayo las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
emitieron un comunicado advirtiendo a
quienes traten de vulnerar el orden legalmente establecido, y más tarde allanaron la residencia del ex
general Luis Ney Tejada Álvarez, presidente del PNVC, donde incautaron un
arsenal de pertrechos militares, según una crónica de la Revista 1Ahora!
Asi las cosas, Jorge Blanco,
Balaguer y Majluta firmaron un pacto para evitar la violencia
entre sus correligionarios. Bosch no lo hizo alegando que el PLD no era
culpable de esas agresiones, y acusó al
PRD y al PRSC de orquestar un fraude electoral.
Consignas y promesas. Mientras todo
eso ocurría, Maljuta, Balaguer y Bosch recorrían el país haciendo promesas.
“Con Jacobo ganamos todos”. Así se promovía el candidato del PRD, acusado por
opositores de corrupto. Prometía enfocar su gobierno en el fortalecimiento de las instituciones
democráticas, y reformar el sistema tributario simplificando los impuestos,
entre otras cosas.
“Balaguer prometió y dio”, era la consigna de los reformistas, a quienes
sus opositores le enrostraban los crímenes cometidos durante los 12 anos.
Balaguer prometía hacer un gobierno de conciliación nacional y garantizar y respetar los puestos de los empleados
públicos.
“Juan Bosch, un presidente que ni
mató ni robó” era el slogan de los peledeistas, en alusión a Majluta y Balaguer. Bosch
prometía gobernar con el sector privado, no afectar los intereses
norteamericanos en el país, y bajar los precios de los combustibles.
Las encuestas. El 2 de mayo la
Gallup, sucursal de España, publicó en un diario nacional un muestreo donde
Balaguer figuraba con el 39.27% de las
preferencias. Otro dado a conocer en la misma fecha por la firma Penn and
Shoen, de Nueva York, daba a Majluta un
40%; a Balaguer 32%, y a Bosch un 18%.
El 14 de mayo, dos días antes de las elecciones, se publicaron dos
encuestas: una de la Gallup Internacional, en la que de 1,013 electores
consultados, el 40.10% favorecía al PRSC; 29.05% al PRD; 26.40% al PLD; y la otra realizada por la firma Servicios
Técnicos Asociados, que de una muestra de 3,000 electores, le daba a Majluta
40.2%,; Balaguer 26.1%; y a
Bosch 18.1%; según datos de la
obra “Historia de las Elecciones en la República
Dominicana”, de Sandino Grullón.
Día de las elecciones. El 16 de
mayo fue viernes. La JCE abrió 6,024
colegios electorales a nivel nacional para un total de 3 millones 039 mil 347 ciudadanos inscritos
en el padrón. Los partidos concurrentes fueron
PRD, PRSC, PLD, Demócrata
Nacional (PDN), Comunista Dominicano
(PCD), Nacional de Veteranos y Civiles (PNVC), Popular Cristiano (PPC), Fuerza
Nacional Progresista (FNP), Quisqueyano Demócrata (PQDC), Unidad Democrática
(UD); , Movimiento de Conciliación Nacional (MCN), Partido de
Acción Cristiana (PAC), Bloque Institucional (BIS) y La Estructura. Los
últimos fueron aliados a los 3 primeros.
Cómputos y objeciones a JCE generan crisis electoral
Debido al descrédito en que había
caído la JCE en procesos anteriores, Balaguer solicitó a Jorge Blanco nombrar
una comisión que supervisara los
comicios. El 12 de mayo se creó la
Comisión de Asesores Electorales, presidida por los monseñores Nicolás de Jesús
López Rodríguez y Agripino Nuñez Collado; José Miguel Bonetti, Rafael Herrera,
Alejandro Grullón, Nicolás Pichardo, Luis
Taveras, Rafael Calventi, y Frank Moya Pons, como secretario.
Cómputo electoral
En la madrugada del 17 la JCE emitió su primer boletín con unos 278,000 votos de 833 mesas
electorales que daban una ventaja a
Majluta de apenas 45 votos. En el
boletín 22, con 5,420 (89.5%) mesas computadas,
25,901 votos nulos y 75,851 observados,
el PRSC y sus aliados acumulaban
781,902 votos, y el PRD y aliados 747,924, para una diferencia de 33,978 sufragios a favor del PRSC. Los votos
del PLD totalizaban 345,745 ; FNP 5,882; PDN, 1,078, y el PCD
4,000, y el conteo se hizo lento. En
esas circunstancias, el PRSC se declaró ganador.
Majluta y el PRD protestaron y pidieron a las Juntas Electorales asegurar
los votos nulos y observados que en total sumaban 101,752, y que según él, decidirían el ganador de los
comicios. Argumentando que fueron engañados, recusaron al presidente de la
JCE y al suplente Rubén Suro; ambos fueron sustituidos por sus respectivos
Suplentes, Ponciano Rondón Sánchez y
Generoso Fernández Molina.
Diversos sectores demandaban respeto a la voluntad popular; en las calles
se reforzó la vigilancia militar , y en
medio de la crisis Majluta se reunió con
Balaguer y acordaron designar nuevos miembros en la JCE.
Se convocó al Senado de urgencia y no decidieron nada; la Comisión Asesores amenazó con no volver a la JCE hasta que no quitaran a Rondón Sánchez, a quien se le prohibió utilizar la cadena de
transmisión “La Voz de la Junta”, le
pidió la intervención del presidente Jorge Blanco, y los recusados fueron
reintegrados.
El conteo reinició y el boletín 26,
faltando 77 mesas, dio una ventaja a Balaguer de 43,226 votos.
Habían 28,545 observados y
84,210 nulos, según el boletín.
Majluta cede
“Si no hay una solución ante el problema de la JCE que permita que se
establezca la verdad en cuanto a la voluntad popular… estoy dispuesto a
declarar al doctor Balaguer ganador de las elecciones, porque no voy a permitir
que se pierda la institucionalidad de la nación”, declaró Majluta antes de ir donde Balaguer y reconocer el triunfo del
PRSC.